lunes, 23 de marzo de 2015

La masacre por goteo.

En 2008 denunciamos la situación en la que estaban pibes muy jóvenes en los monoblocks de La Tablada, armados, cuidando bunkers de drogas, matando y muriendo por nada.
A unos metros de los monoblocks está el conglomerado de villas de La Matanza conocido como pacolandia: las villas Puerta de Hierro, 22 de enero, Barrio Villegas, San Petesburgo.
La villa Puerta de Hierro está sobre la Avenida Crovara, es decir no es muy difícil observar el deterioro de los pibes adictos, y menos por los funcionarios que pasan por allí diariamente para ir a la Municipalidad. 
Hoy mataron a un pibe que quedó en el fuego cruzado de un enfrentamiento entre bandas, recuerdo que en 2013 casi matan a otro chico de 12 años que venía del colegio y terminó con un tiro en la garganta.
La Matanza no es Burundi, es acá nomás y replica lo que pasa en el resto de las villas del conurbano y sur de la Ciudad.
Es una masacre por goteo, una forma de exterminio silencioso y sin responsables directos.
La primera víctima de la inseguridad es la gente pobre, que vive y muere en silencio en esas villas porque las autoridades no se interesan por ellos, son las madres que ven morir a sus hijos a manos de policías corruptos, narcos o barras, son quienes esperan una justicia que nunca llega; sólo son visibles cuando llegan las elecciones y los reproductores de pobrezas junto a sus punteros les "sugieren" el voto a cambio de algo para sobrevivir, son los infames que se valen del pobre para acumular poder y que cuando tienen el poder se olvidan de ellos, de la justicia por los pibes muertos, del tratamiento para las adicciones, de la vivienda digna con agua potable, cloacas y calles. Alguna vez tienen que llegar políticos que decidan terminar con la pobreza aunque aquellos que eran pobres cuando estos políticos lleguen al poder dejen de serlo y no los voten. En esta masacre por goteo, los muertos los ponen los pobres. La taba alguna vez tiene que caer del otro lado y en la política debe haber un poco de generosidad, porque mientras nada de esto sucede, seguimos enterrando pibes pobres a manos de la droga o la corrupción.