sábado, 14 de febrero de 2015

IMPUNIDAD, la enfermedad de Argentina.

Impunidad que nos desangra, nos asusta, nos mantiene alerta por un lado pero por otro lado nos mantiene resignados a saber que es siempre lo mismo, que el poder se protege a si mismo, que mientras los ciudadanos de a pie pedimos justicia por causas que aún hoy continúan impunes, los poderosos llaman a los jueces para que en las causas que tienen por dádivas, cohecho, tráfico de influencias, encubrimiento, enriquecimiento ilícito queden despegados, tienen "operadores" en el Poder Judicial que le hacen el trabajo. Algunos jueces, tan sucios y corruptos como ellos ceden a la presión porque está en juego su propia libertad, que podrían perderla si el carpetazo se hace efectivo y en el medio nosotros/as que amamos esta Patria y nos levantamos cada día a laburar, que criamos a nuestros hijos en los valores de la amistad, el respeto, el sacrificio... que queremos dejarle a ellos un país mejor. 
Vemos como desde arriba la impunidad, el roban pero hacen, el latiguillo "el sistema funciona así, si no te gusta dedicate a otra cosa" que instalan permanentemente los dinosaurios de un sistema político descompuesto y putrefacto, te desalientan para que creas que la única manera de hacer política es robando, haciendo negociados, armando causas a perejiles, protegiendo policías corruptos, enriqueciéndote ilícitamente, me niego a creerles.
Tenemos que romper ese sistema perverso e impune, no sólo desde lo más alto del poder político, también desde el poder judicial, tenemos que ponerle rostro y nombre a aquellos jueces y fiscales que son corruptos porque ceden a las presiones, y pedir su remoción y denunciarlos penalmente por incumplimiento. Tenemos que estar alertas como sociedad, porque ellos, los impunes, se valen de nuestro desentendimiento en "la política" para ser impunes. Tenemos que ser fiscales implacables; quizás nuestros padres intentaron dejarnos un país mejor, seguramente algo consiguieron, tomemos esa posta y luchemos juntos para dejarles algo mejor a nuestros hijos. 

Mandela solía decir: "Sólo los políticos de sofá son inmunes a cometer errores. Las equivocaciones son intrínsecas a la actividad política. A aquellos que están en medio de una lucha política, que tienen que afrontar problemas prácticos y apremiantes, se les deja poco tiempo para la reflexión, carecen de precedentes que los guíen y están destinados a equivocarse muchas veces. Pero con el tiempo, y siempre que sean flexibles y estén dispuestos a analizar su labor de un modo autocrítico, adquirirán la experiencia y la previsión necesarias para ser capaces de evitar los peligros habituales e identificar su camino en medio del bullicio de los acontecimientos"


Políticos así necesitamos en nuestra Patria. Mantengámonos unidos, y exijamos justicia.
Disputémosle los lugares a los políticos dinosaurios corruptos, no nos achiquemos, disputarle los lugares a los políticos de siempre nos permitirá mejorar el sistema político. En las urnas, en la calle y en la justicia. Unidos.





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